Historia y última reforma de su Carta Orgánica
Hace 80 años, se creó el Banco Central de la República
Argentina. Era necesario contar con una autoridad
monetaria que cumpliera el rol de prestamista
de última instancia. Hasta ese momento, los bancos dejaban altos
porcentajes de los fondos inmovilizados, para evitar el riesgo de no poder hacer frente
a su devolución. Esta situación, dificultaba la expansión del crédito en la
economía, resultando elevadas las tasas de interés.
La Gran Depresión del 29 tuvo su repercusión en nuestro país:
profunda caída del comercio internacional y su correlato en la Balanza
Comercial. El economista británico John
Maynard Keynes publicó, en medio de esta enorme crisis económica, su
obra más famosa, “La Teoría General sobre el Empleo, el Interés y el Dinero”
(1936). Keynes argumentaba que la economía no tendía en forma automática al
pleno empleo, como sostenían los clásicos liberales y, que el mercado por sí
solo, no permitiría salir de la depresión. Sólo el Estado, interviniendo en la
economía, podía garantizar que se volviera a una posición de pleno empleo y
mayor nivel de producto social. En este contexto, se crea en el año 1935, el Banco
Central de la República Argentina, dotado de instrumentos de aplicación de
políticas anti-cíclicas, que contribuirían a una mejora del bienestar social.
En la década del 90, la mayoría de los países adoptaron la
autonomía de sus bancos centrales, entre ellos la Argentina. La implementación
de la Carta Orgánica del año 1992, recortó las funciones del banco central,
también el financiamiento al Gobierno Nacional y se centró en la misión de
preservar el valor de la moneda.
Como consecuencia de la última crisis financiera
internacional (2008), las economías mundiales vieron la necesidad que los
bancos centrales recuperaran su rol activo en el proceso de desarrollo
económico en coordinación con los gobiernos. Actualmente, en países como el
Reino Unido o Japón, los bancos centrales articulan con el Gobierno, para
armonizar la moneda y el control monetario con, la postura del gobierno en
materia de política económica. Otro ejemplo es el Banco Central Europeo, que siendo autónomo,
garantizó el salvataje de la economía griega.
En el 2012, entró en vigencia la nueva Carta Orgánica del
BCRA, ampliando las funciones recortadas en la anterior reforma de 1992. Se
declara, como misión principal, la promoción de la estabilidad monetaria y
financiera y el desarrollo económico con equidad social. Continúan estando las
funciones de: actuar como agente financiero del Estado nacional; concentrar y
administrar sus reservas de oro, divisas y otros activos externos; contribuir
al funcionamiento del mercado de capitales y ejecutar la política cambiaria en
acuerdo con el Congreso.
Este mandato múltiple incorporó la protección de los
derechos de los usuarios de servicios financieros y el proceso de bancarización
con un claro objetivo de inclusión social.
Bibliografía:
Francisco Mochón-Víctor A. Beker (1997). El Banco Central y
la política monetaria. En "Economía Principios y aplicaciones" (p.p. 405-433).
Buenos Aires: Mc Graw Hill
Sergio R. Di Pietro (04, abril, 2003). Keynes y la guerra.
La Capital.
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